Crea investigando la tradición del baile flamenco…
Crea a través de la experimentación artística…
Crea a través del silencio y la arquitectura…
Eduardo Guerrero, solo, con su danza y el sonido de su virtuoso zapateado ahonda en la tradición más arraigada del flamenco.
Un flamenco sin música, sin florituras; donde el único instrumento es él, su cuerpo conocedor del flamenco más tradicional, el cual ha llevado a evolución con la danza más contemporánea y vanguardista en sus últimos proyectos sin desvincularse de sus raíces.
El objetivo es establecer diálogos y nuevos lenguajes sin líneas arguméntales ni progresiones lineales, sino más bien la profundización en la relación con el espacio, para así crear diferentes puntos de vista que involucren a un espectador activo en la pieza con el entorno y el baile.
Su cuerpo, eje fundamental, el ritmo de su zapateado y el sonido de su respiración darán rienda suelta a esta nueva construcción a partir del diálogo entre disciplinas que articulan un todo.